El Vodka en mi cocina: un ingrediente por descubrir

Cuando he viajado a un país donde me han hecho sentir bien y como en casa, siempre me he llevado de regreso en la maleta de mi corazón, una parte de las vivencias, el cariño y las tradiciones de ese lugar. Al final siempre acabo sintiéndome un poco ciudadana de esa tierra y de vuelta a la vida rutinaria de mi trabajo, no puedo dejar de sentir cierta melancolía. Parece que lo dejado atrás solo fue un sueño, un gran sueño.

Para que me entendáis de lo que hablo, después de mi viaje a Rusia…. ¡Pues que yo también me siento Rusa! ¡Ole yo y viva España!

 

¿Y que es lo que me he traído de allí tan especial?

Pues varias botellas de VODKA…. Sí. Y todas me las han regalado y no os podéis imaginar lo bonitas que son, con diferentes formas y decoradas con dibujitos preciosos. Y es que para mí el Vodka ya no es solo una bebida alcohólica de 40 grados que se sube a la cabeza, para mí ahora es un recuerdo de todos esos momentos que he vivido con la nueva familia, la rusa. Si supierais la de momentos agradables que hemos pasado y los brindis que nos hemos pegado … ¡Urra!… ¡Urra!… Ese grito de alegría no me lo quito de la cabeza.

Bueno… estaréis pensando… Pues os habréis emborrachado de lo lindo…Pues menudo alcoholic… allí en Rusia.

Nada más alejado de la realidad. El Vodka en Rusia es algo que no está bien visto tomar cada día, y se suele beber en ocasiones especiales en compañía de las personas que más quieres. Por cierto, en Rusia la tolerancia al alcohol en la carretera es 0,0. Si bebes, aunque sea una copita de lo que sea, no puedes conducir. Si te pillan te retiran el carné directamente y se considera una infracción muy grave. Así que todos son muy responsables con esto. Si les cuentas que en España bebemos vino para comer…saltan las alarmas.

 

En mi viaje a Moscú es donde realmente descubrí realmente el Vodka.

Tengo que decir que es un estupendo digestivo estomacal y a mí me sienta de maravillas. No caigáis en el error de imaginar que en Rusia el Vodka se bebe como agua y que es un producto asociado al alcoholismo. Si lo bebéis con mucha moderación, puntualmente y con responsabilidad, hasta os puede sentar bastante bien. Pero como es lógico en mi añoranza de volver a estar en Rusia no puedo beber cada día esta bebida tan fuerte. Entonces sí que tendría un problema…Pues hecho tanto de menos ese país…

Es por eso que un día me pregunté a mi misma si había alguna manera de revivir la experiencia rusa innovando en el día a día y  aún estando a 4000 KM de la Gran Madre Rusia.

Pues si en España se cocina con vino… ¿no será tan descabellado probar de tirarle un chorrito de vodka por ejemplo a la fruta… ?

¡No había nada que perder!

Y creerme, ese día debí tener una iluminación divina o algo así, porque algo mejor que un postre de piña con vodka no recuerdo haberme inventado nunca. ¡¡¡Simplemente Buenísimo!!!! Tanto es así, que otro día preparé piña con fresas con este elixir de la vida, el VODKA. ¡¡¡Y Buenísimas no… lo siguiente…!!!
Os podéis imaginar que vino detrás… pues el melón, el melocotón, la pera…
Ahora ya incorporo el Vodka en muchos de mis pasteles!!!! ¡¡¡¡ Un poquito eh !!! ¡¡¡A ver si vais a pensar mal de mí!!! Con la carne aún lo he probado… Pero ha falta de Tio Pepe bueno debe ser el VODKA…. Todo está por llegar, ya os contaré.

No dejéis de Viajar a Rusia. Ser felices y beber con moderación.

Por Tere Jarque.

Comparte y sigue leyendo. Gracias :)