Más allá de los desfiles. Las fiestas de mayo en Rusia.

¡Hola a todos!

¡¡¡¡5 HORAS DE CARAVANA!!!! para 150 KM. ¡¡¡Sí, lo habéis leído bien!!!! Todo el día en el dichoso coche y sin ser taxista ni cobrar por ello. Por suerte, este tan solo ha sido el final de un estupendo, sencillo y en definitiva genial fin de semana con motivo de las fiestas de mayo en Rusia.

Para no repetirme demasiado año tras año, quien no sepa que se celebra en Rusia en mayo y concretamente el día 9 de MAYO, os dejo un pequeño vídeo para que salgáis de dudas y empecéis a entender estas fechas desde otra perspectiva. A mi parecer la festividad del 9 de MAYO es el alma de la sociedad rusa y le da sentido y explicación a la mayoría de rasgos de carácter de este país.

¡FELICIDADES A TODOS EN EL DÍA DE LA VICTORIA!

 

Bien, a lo que íbamos. Pues lo típico en Rusia en las fiestas de mayo aparte de los desfiles militares y las fiestas urbanas es irse a pasar el finde a la Dacha. Ni más ni menos.  Además estas fechas coinciden con la llegada del buen tiempo e incluso de los primeros días de calor propiamente dicho. Es por esto que se forman esas caravanas descomunales. Todas las familias como locas cogen el coche y se van a descansar a la naturaleza.

Aunque este año lo del buen tiempo no ha sido del todo así y debo decir que está bastante loco.  ¡¡¡Esta vez volviendo de la Dacha nos ha pillado la nieve!!! Esta vieja conocida que tenía la esperanza de no volver a ver por al menos unos meses. Pero nada, que nos hecha de menos. En la calle una curiosa estampa de tulipanes primaverales y nieve fuera de lugar. Lo siento, no les hice la foto ya que no me bajé del coche por no llevar chaqueta. Queda todo a vuestra imaginación.

Por cierto, a estas alturas doy por asumido que cuando hablo de ir a la Dacha ya sabéis a que me refiero. Si es que sois nuevos por aquí pues también  os dejo un vídeo explicativo para que sepáis que es la Dacha rusa. ))) No dudéis en rebuscar entre los vídeos antiguos de Russian Lover, hay cosas que os pueden interesar.

 

 

En realidad lo que he hecho este fin de semana no tiene secreto alguno. Descansar con mi mujer en compañía de nuestros abuelos, que ya están viejetes y hay que darles un poco de cariño y atención. Pero bueno, no voy a enrollarme en cosas demasiado familiares ni aburridas para vosotros y lo que voy a hacer es  mostraros algunas de las fotografías que he hecho con mi móvil que creo que reflejan bastante bien el ambiente natural y de descanso que se vive en la Dacha rusa. Es increíble  que en tan solo 150 Km de distancia, salgamos de Moscú, una ciudad con más de 12 millones de habitantes, para llegar a nuestro pueblecito llamado Verxni Gorki, con tan solo unas decenas de habitantes perdido en medio del campo. 

 

VAMOS A LAS FOTOS:

 Esta foto no es que sea muy bonita pero es para que entendáis que quien algo quiere algo le cuesta. Para llegar a la Dacha hay que sufrir interminables caravanas. Este año en las fiestas de mayo han sido 4 horas de ida y 5 de vuelta. Como mínimo los paisajes muy pintorescos. Sarna con gusto no pica.

 

Después de un par de horas de infierno, llega la recompensa. Carreteras pintorescas y libres donde reina el aire puro y el verdor de los árboles. Todo perfecto. ¡Hasta los agujeros de la carretera están tapados!

 

 Ahora es cuando recordamos ese anuncio… ¿Te gusta conducir?

 

 Aquí nos paramos a ver un hermoso caballo negro. La verdad no nos acercamos demasiado ya que de la manera que relinchaba no parecía querer muchos amigos. De todas maneras preciosa estampa.

 

Y por fin llegamos a Verxny Gorki. Nunca habría imaginado que vendría a este lugar.

 

 El campo abierto, el cielo sobre nosotros más cerca que nunca. Un paisaje que contrasta completamente con la ciudad de Moscú. Ha valido la pena hacer el largo viaje. ¡¡Mirar que SOL!!

 

No hay ningunas ganas de encerrarse en casa. La temperatura es agradable, ¡vamos a pasear por el campo!. Si alguien tenía claustrofobia aquí hay espacio por doquier.

 

Cada dacha es única y pintoresca. El espacio natural es inigualable e inspirador. Solo paseando por lo alrededores de la Dacha rusa entiendes cual es el tipo de vida que vale realmente la pena. 

 

Y con cada entrada conocemos una personalidad única. Sin saber quien vive allí podemos intuir que son gente tranquila y campechana. 

 

 Me gustan las estampas del pasado. Nunca estuve aquí por aquél entonces pero creo que no debe de haber cambiado mucho. Aquí el Lada guardando la entrada a esta Dacha azulada.

 

 Rústica, de ladrillos. Firme, tradicional, espaciosa y bien bonita. ¿Os gustaría vivir aquí?

 

 Y dentro de esta caseta pues puedes guardar lo que quieras. Conservas, herramientas, trastos y más trastos…

 

¡Especial para los amantes del Volleyball! ¿Un partidito?

 

El paseo por el campo también nos deja momentos de emoción. Como el de cruzar este maravilloso puente metálico. La verdad es que se tambalea que da miedo pero dicen que es seguro. ¿Te atreves a cruzarlo? 

 

¿Y que sería de la Dacha sin un río donde poder darse un chapuzón? Aunque eso quizás lo dejaremos para más adelante cuando haga un poco más de calor. Todo tiene su momento.

 

Bueno, hay quienes no aguantan la tentación..

 

Volvemos a casa. Da gusto hasta cerrar la puerta de madera. La ausencia de metal, cámaras y elementos urbanos es algo relajante.  Aquí no importa ni quien ha ganado las elecciones francesas, ni quien se está pegando bombazos por el mundo. Esto es otro mundo aparte.

 

 Nos reencontramos con viejos amigos. Os presento a nuestro gato dachero Simión. 
– Con mucho gusto, dice.

 

Y los que tenéis más experiencia ya sabéis como acaba la cosa. Unos shashliks a la brasa para celebrar un estupendo fin de semana.

 

¡Saludos a todos y no tengáis miedo de Rusia! Ya veis que aquí nos gusta vivir de manera tranquila. Hasta la próxima.

 

 

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