¡Y ya van seis!
Seis bodas en Rusia, las seis en Moscú. Una de ellas, la mía propia. Este es mi palmarés como asistente a este tipo de eventos matriomoniales en territorio ruso. ¿No está mal eh? Y en menos de 3 años y medio. Si pensamos que antes de todo esto y en 26 años como ciudadano y residente español tan solo asistí a un par de bodas de familiares cercanos, estamos ante todo un record personal.
Deducción directa: En Rusia hay más matrimonios y además muy jóvenes La edad media para casarse esta por debajo de los 25 años mientras que en España se rondan los 35. Sobre este tema creo que hablaremos otro día detenidamente.
Vamos a lo que íbamos y es que con 6 bodas rusas a mis espaldas pues me puedo permitir ya la licencia de hablar un poco de ellas, de lo que hay y de lo que no hay. Normalmente oímos decir que si los rusos beben como cosacos, que si son bodas locas, que suceden las famosas peleas entre amigos de la novia, que si las roban… ¿Será todo esto mito o realidad?
Aquí mi experiencia:
PRIMERA BODA RUSA:
BOBA(23) & TANYA(23). Año 2014.
Quizás esta fue la boda que viví con más intensidad, excepto la mía propia claro. Y es que era la primera y estábamos invitados por un primo hermano de mi mujer. Una de las más emotivas. Se casaron el día de San Valentín, un frío de mil demonios. Recuerdo especialmente cuando fuimos en busca de la novia. Era un edificio antiguo soviético, con los entresuelos bien destartalados. Eso sí, llegamos al lugar, multitud de gente con buenos carros. Que si un Bentley, que si un Porsche… Y allí realizamos el «vykup». Una especie de pequeña maratón a base de pruebas organizadas por las amigas de la novia en las que básicamente intentan sacarle dinero al novio y a sus amigos para finalmente dar con la novia. Muy divertido, ¡se podría hacer también un post solo sobre este concurso! Y bien, acelerando un poco los hechos, se casaron en un registro civil «zaks» en Moscú. Nada del otro mundo y todo muy formal. De camino al restaurante fue divertido ver como paraban en cada puente de la ciudad para que el novio lo cruzara caminando y llevando en brazos a la novia. ¡Viva los novios! Pero no todo fue tan normal. Y es que la mayoría de los congregados eran policías y nos detuvimos en uno de los grandiosos parques de Moscú para hacernos fotos. Fotos con uniformes de policia, pistolas reales, algún que otro disparo al aire etc.. ¡¡Y no!! nada de Vodka hasta el momento. Aunque si es verdad que todo estaba por llegar, y en el restaurante con la típica fiesta y con tanta cantidad de gente joven, las botellas se abrían por arte de magia. Y sí, hubo robo de la novia que tuvimos que buscar por todo el restaurante respondiendo a algunos acertijos y pistas. Pero todo a modo de un simple y divertido juego. Muy descafeinado teniendo en cuenta que en el Cáucaso roban a las novias en sus propias casas de manera real para casarse con ellas y sin el consentimiento de la familia. Esa es otra historia muy lejos de lo que se lleva en Moscú. En definitiva ese día seguramente fue el día que aguanté más el tipo de toda mi vida. Y es que los policías son personajes duros de roer, pero yo debía representar a mi país y demostrar eso de «la casta». Lo que bebí esa noche no os lo digo porque mi madre puede estar leyendo este post… pero hay que anotar que uno de los polis me regaló su corbata verde con orgullo y a modo de «RESPECT». No todos pueden presumir de tal condecoración. Al final todo acabó bien, lanzamos los globos encendidos al aire y todos felices. Este año mismo han tenido un hijo. Así es la vida. Todo sigue su curso.
#En la foto podéis observar la corbata verde de la que os hablaba y que acabó siendo de mi propiedad a modo de trofeo.
SEGUNDA BODA RUSA:
RUSLAN (25) & ????? (??). Año 2014.
Perdonar por los interrogantes pero es que no me acuerdo del nombre de la novia ni de su edad y ni siquiera de su cara. Nos invitaron a esta boda a través de un amigo de la familia y el novio también era un conocido de mi mujer en la infancia. Ellos son de la región de DAGESTÁN, Rusia. A día de hoy sigo sin saber donde está eso. No conocía a los protagonistas, pero me ofrecieron ir y me aconsejaron no perderme la ocasión, porque tal boda solo se presencia una vez en la vida. Y es que eran muy ricos y la parafernalia estaba a la altura. Esta vez fuimos directamente al restaurante que era un pequeño palacete en el centro de Moscú. Allí disfrutamos de varias pijotadas como fuentes de chocolate donde podías bañar las fresas, caviar rojo y NEGRO por doquier, una horda de camareros que no dejaban que tu copa de champán estuviera jamás vacía y lo mejor… ¡Un concierto privado de artistas rusos archiconocidos como «Mijaíl Shufutinski» o el grupo de moda de damiselas «Vlistiashie». En fin… pantallas gigantes, operadores de cámara por todos sitios, grúas de televisión profesional para filmar el evento… Una cosa espectacular. Más que una boda parecía un circo. Como experiencia increíble y la gente muy elegante y moderada. Ese día ni gota de vodka.
#Aquí una de las bandejas con caviar rojo y negro que más disfruté.
TERCERA BODA RUSA:
??????(??) & ?????(??). Año 2014.
Otra vez interrogante… Perdonar… No me acuerdo quien se casaba, me acuerdo un poco de sus caras pero poca cosa más. Y no seáis mal pensados… bebí vodka pero no tanto. La cuestión es que era un compromiso familiar pero no demasiado directo, pero había que ir para representar a la familia. Tampoco fuimos a la ceremonia, tan solo al restaurante. En Rusia esta formula es muy típica. A la ceremonia de casamiento suelen acudir lo amigos de los novios más directos y aunque parezca increíble los padres y familiares adultos suelen esperar en el restaurante donde ya reciben a los recién casados. Luego os cuento la quinta boda que fue bonita en este aspecto. Pero bien, de esta tercera boda destacar que la fiesta era en un restaurante a las afueras de Moscú. Y es que el presupuesto era más bien bajo o muy bajo. El lugar se parecía más a un pub musical que otra cosa, la sala estaba compartida con otra gente que estaba cenando y tomando cosas en el sitio. Las luces discotequeras iluminaban el ambiente. Vamos que aquí el glamour brillaba por su ausencia. Incluso los invitados, la mayoría jóvenes amigos de los novios, ni siquiera solían vestir con traje. Bastaban unos vaqueros y la camisa de turno. La verdad una experiencia total con dotes más bien de comedia. La verdad es que no conocíamos a la gente y estuvimos un poco ausentes observando el comportamiento festivo y escuchando los «tosts» de la gente. La cosa parecía más un cumpleaños que una boda en sí… pero al fin y al cabo lo que importa es que los novios se querían y estaban emocionados. El vodka aquí sí jugaba un papel bastante importante, pero como llevaba a mi suegra de guardaespaldas que respondía «NO» en mi lugar en cada invitación, me pude librar de una buena. Y de hecho nos fuimos antes de la hora para no tener que recordar como acabó el evento matrimonial.
#Yo y mi mujer con cara de situación en ese extraño sitio.
CUARTA BODA RUSA:
Oriol (29) y Ekaterina (25). Año 2015.
¡Después de 3 bodas y algo de experiencia asimilada, no tardó en llegar nuestra boda! Quien diría que esto iba a suceder y en Moscú, Rusia. Es lógico que os diga que esta fue la mejor boda de todas y quienes estuvieron la disfrutaron. Y es que cada día no se casa un ciudadano español con una ciudadana rusa. Aunque de esta boda tendremos que hablar otro día porque claro, hacer un pequeño resumen sería no darle la importancia que se merece. Seguramente muchos de los que estáis leyendo esto, algún día os tendréis que preparar para lo mismo. Casarse en Rusia. ¡Y si no me creéis al tiempo! Si ya estáis leyendo este blog las posibilidades de que esto suceda son muy, muy altas. Para todos los que tenéis dudas y curiosidades, no os preocupéis iremos hablando de estos temas de manera más detallada.
QUINTA BODA RUSA:
Nicolai (39) y Liubov (34). Año 2015.
Sin duda la boda más formal, organizada con mucha antelación y la que se parecía quizás más a una boda típica española. Aunque también son unos buenos amigos nuestros, fuimos directamente al restaurante donde había una buena cantidad de invitados. Ya veis que en Rusia aunque vayáis acudir a muchas bodas, no tendréis que soportar demasiadas aburridas ceremonias. Casi siempre os van invitar directamente a la fiesta de celebración de los recién casados en el restaurante o donde sea. Y bien, llegamos al sitio y aún había que esperar a los recién casados. Así que una multitud de gente y entre ellos sus familiares, estábamos esperando a las puertas de un bonito restaurante. Y como es típico en las bodas rusas, los novios llegaron en una bonita limusina. Entre aplausos , serpentinas y sonrisas les ofrecieron a los novios el «karavai» . Esta extraña palabra es un pan redondo y muy grande donde se les pide a los recién casados que muerdan un trozo para determinar quien será el amo de la casa. Quien muerde el trozo más grande pues ese será quien llevará las riendas de la familia. Alguna vez hay gente que se ha esforzado tanto en abrir la boca para echar un mordisco que se lo han tenido que llevar al hospital con algún problema en las mandíbulas. Pero este no fue el caso, este día Kolia ganó a Liubov y se proclamó el líder de la familia. Normalmente los hombre suelen ganar, entre otras cosas porque suelen tener la boca más grande. Una vez recibidos a los novios, pues lo típico, una bonita fuente de champán, tost de los familiares, la comida, el baile de los novios, vídeos, fotos, más bailes y muchos, muchos concursos. A mi y a mi mujer siempre nos sacan a la palestra a hacer algún tipo de tonterías, gincanas o cosas por el estilo. Casi siempre representamos al equipo de ESPAÑA y la verdad es que esto siempre nos da más puntos en las votaciones del público. Algún premio siempre cae y en esta boda a mi mujer la proclamaron campeona de un divertido pase de modelos con disfraces. ¡De premio ganamos una Matrioshka!
SEXTA BODA RUSA
Iván (27) y Liza (28). Año 2016.
Esta ha sido la última boda a la que hemos asistido y quizás de la que estamos más orgullosos. Y es que el destino de esta pareja amiga nuestra se consolidó precisamente en nuestra boda. Quién asiste a bodas, se acaba casando. Esta demostrado. La felicidad se contagia. El día de mi boda con Katya, Iván fue uno de los héroes indiscutibles. Cuando lancé la liga de la novia de espaldas a los pretendientes, él lo tenía claro. Quería casarse con Liza. Pero no solo porque el destino y la suerte le habían hecho conocer a Liza, si no porque el es un batallador. La liga voló con una trayectoria indefinida para quedarse colgada del techo entre unos adornos que habían. En ese momento de incerteza Iván fue el más rápido y el que se las apañó para trepar y conseguir su virtual premio, su futura mujer. En la versión femenina del juego, Liza adivinó la cinta más corta de las que se ofrecieron a las pretendientas. Pues ya estaba todo dicho, se tenían que casar. Y lo han hecho casi siguiendo el guión de nuestra boda y en e mismo sitio que nosotros. Así que no os desvelaré muchos secretos sobre el acontecimiento ya que otro día os hablaré de mi propia boda rusa.
Por cierto, Iván es uno de los novios que aguanta más dando el famoso beso a los gritos de «Gorka», «Gorka»… En Rusia dicen que cuanto más aguantan los novios besándose más metros tendrá su piso o su casa.
#Podéis ver como Iván luchó por su mujer hasta cumplir su sueño vistiéndose de novio.
PD: Ya veis, las bodas rusas moscovitas, no distan tanto de las bodas de cualquier otro lugar del mundo. Al final lo más importante es el amor y los proyectos de futuro.
¡VIVA LOS NOVIOS!